miércoles, 22 de mayo de 2013

...mi querido, mi viejo, mi amigo...

Estoy viviendo de manera especial la relación personal con m
Gracias 'papi... t.q.
i padre, con mi ‘viejo’. Me alegra, y lo digo porque sé que este grado de satisfacción tiene doble sentido direccional.
        Por su parte, me costa que revive –guardando las diferencias- noches convertidas en madrugadas de conversaciones intimas bajo la banda sonora de la Pirenaica, de confidencias que enmudecieron para la eternidad solo al ser pronunciadas, de consejos, comprensiones y tragos de cazalla para también disfrazar los silencios.
        Mi viejo juega con ventaja, con cartas marcadas…de los dos posibles, ora platica como el hijo que fue ora sale a relucir la experiencia que trasportan sus canas blancas peinadas con suaves brisas marineras, con vientos que quien sabe de dónde vinieron y por qué… y por qué también bufaron tramontanas y algún que otro ‘cap de fibló’, inclemencias estas dos últimas benditas…si, bendiciones porque los hombres, aquellos que responden cuando oyen la llamada de ‘padre’ y ‘abuelo’ si hicieron acreedores del éxito en la vida dejando la bocana del puerto muy lejos, lejísimo de su popa.
         Alli las olas una de dos, o te doblan o  te triplican, la embarcación mantiene una pugna con tus dientes por quien cruje con mayor fuerza. Pero el triunfo final de la justicia dicta sentencia fruto de tu lucha titánica y manda callar los elementos, la bocana rinde pleitesía y la sirena…la sirena cabizbaja se mira el corazón, ofrece una sonrisa  con sus labios que depositan un beso en sus manos para que lleguen prueba de su amor en clave de caricia a su licenciado de la vida, a su capitán
        Y de repente yo… que me encuentro en este lado de la carretera con un espada que parece recta y dispuesta a la batalla pero que al desenfundarla adopta forma de ‘boomerang’ y a pesar de los temblores y las rigidez, leo crueles porqués, se agudizan los cómos, se rien los dóndes, se precipitan los cuándos…
        Y de repente yo… que me encuentro a este lado de la carretera enfundando una espada temblorosa y rigida a la vez…entonces emerjo frente a mi ‘viejo’ que  me habla de un ser superior y de admiración… emerjo con mi doble ‘yo’, aquel que se relaciona y disfruta de lo que hace, y aquel sembrado de miedos, temores y sombras… si, me siento cual guerrero de la luz en espera de los acontecimientos que confluyen cuando la factura por esta corriente no se hace efectiva
        Y de repente yo…frente a un espejo virtual filtrado por las épocas vividas y que están están separadas por el futuro incierto…
        Y de repente yo, siempre yo desembocado en un egoísmo accidentado, en un egocentrismo incontrolable… también contigo mi viejo, mi padre y mi amigo, necesitare de muchas vidas y muchos maestros que me muestren cómo hacerlo, para corresponder todo el amor que me distes, me das y espero recibir sin fecha de caducidad… te quiero ‘viejo’.

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