Me llama Nando Prada, el ‘boss’ del
Groove Chat’ de Onda Cero Menorca, para invitarme a ese pedazo de programa que
bajo un cuaderno de bitácora musical destina a chicos y chicas y si hay algo
mas también. Insiste tozudamente – detalle de amigo que agradezco- lanzando un
guante de seda blanco: ‘Vendrá Diego Vasallo, de Duncan Dhù... estrena cd, se
va de gira con Mikel Erentxun y expone sus cuadros en Artara a partir del
viernes 13 (20:30 horas) y así, ¡zas¡, de repente me veo sentado en una mesa
del megalítico BAR TABARIS en la Plaza Miranda, frente a mi Nando, a la derecha
Pablo R.Mendoza, a la izquierda Diego Vasallo. En ese momento procuro hacer lo
de siempre cuando no sólo intuyo, sino se perfectamente que el hilo conductor
de la conversación me supera y tengo que intervenir en cuenta gotas y con
seguridad.
Sin embargo, aprovecho la ocasión en el protocolo para recordarle al protagonista
que ya irrumpí de forma circunstancial en su vida cuando hace algo más de una
década, le entregué material mobiliario en su apartamento en la costa sur.
Obviamente Diego recuerda el dato y baraja fechas… sonríe.
Diego Vasallo fue compañero mío en un espacio muy concreto de tiempo sin ser él
consciente de ello. Me explico. Eran momentos de vino, gloria y rosas en la
movida madrileña musicalmente hablando, no se intuía ni por asomo este tsunami
llamado internet y lo que ha traído con él lo que a tecnología se refiere, por
lo que a través de las ondas de la nueva y prometedora radio fórmula nos
dejábamos seducir por un genuino Carlos Finaly que con voz sugerente anunciaba
la llegada majestuosa de los príncipes de San Sebastián Mikel Erentxun y Diego
Vasallo (Duncan Dhu, 4 de agosto de 1984). Príncipes de momento, puesto que su
carrera los coronó reyes… no discutiré con nadie de que ésta pueda ser opinión
subjetiva.
Aprovecho, como digo más arriba, para escuchar y aprender en estas ocasiones en
las que el ponente es de lujo. Diego Vasallo pasa desapercibido en la tasca,
viste de negro riguroso, lo encuentro algo delgado, juega con sus lentes que se
pone y quita de su lugar prescrito supongo facultativamente. También quiero
destacar la manera tan profesional con la que se mueve, organiza la entrevista
con Nando Prada y dos entendidos que hablan el mismo idioma, el musical,
escriben con los ojos cerrados un pentagrama repleto de datos a modo de notas
que se convertirán en el ‘Groove Chat’ y que sólo puede entenderse en torno a
un ‘bussines man’ con demasiadas horas de vuelo, con demasiadas entrevistas,
con todo lo que pueda surgir inesperadamente…toma el teléfono, habla con una
mujer, le propone algo y…le cuenta a Nando que en cinco minutos tendrá en su
móvil lo que ha pedido para la producción de la entrevista.
Con el permiso de Prada, el amigo Nando, me permito hacerle alguna pregunta a
caballo entre lo personal y lo profesional. Es, lógicamente, rápido de reflejos
al estar curtido en cien mil cuestionarios y paulatinamente, organiza
sutilmente el diálogo a partes iguales entre su nuevo disco y la exposición que
inaugura en Artara de Mahón.
Como siempre, al menos cuando se desea que tú seas el dueño de la jornada y no
a la inversa, el día de hoy me ha regalado –aunque no sea por este orden de
importancia- compañía y diálogos con Diego Vasallo y mi amigo Nando Prada,
sesión fotográfica en Onda Cero Menorca donde grabamos la entrevista…Gracias a
los dos.
Por último, recurro como siempre a aquello que dice que todo lo que va bien,
tiende a mejorar. El Groove Chat cuenta con el colaborador Pablo Pérez Mendoza,
quien escucha atentamente al entrevistado para en los últimos realizar una
semblanza poética. Este fotógrafo radiofónico enfoca correctamente y observo en
su haber muy buen criterio. Como buen filósofo de las ondas que se precie
tiene, como todos los genios, sus manías: los apuntes que ha ido tomando
durante la entrevista, se quedan sobre la mesa del locutorio durmiendo el sueño
de los justos y del trabajo bien realizado.. Un abrazo a ti también amigo
Pablo.
(((Foto realizada por Nando Prada)))
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